Por: Angie Aguirre, Gerente de Zona Porcicultura, Pronaca
PARTO. Concluida la gestación, se presenta el parto, por lo general en la noche y demora entre 10 y 30 minutos, con intervalos de siete minutos entre las crías. La edad al primer parto está influenciada directamente por la edad del empadre.
Las hembras empadradas entre la octava y décima semana de edad quedan preñadas más fácilmente en el primer celo después de ser expuestas al reproductor. El tamaño de la camada varía, sobre todo, con las prácticas de manejo y con la calidad genética del animal. Depende mucho del número de folículos maduros, del porcentaje de implantación de los óvulos fecundados y del porcentaje de supervivencia y reabsorción fetal de los mismos, entre otros. Todo esto se debe a factores genéticos y ambientales como la alimentación, la sanidad y las condiciones climáticas que afectan marcadamente la fertilidad, viabilidad y crecimiento de los cuyes.
El peso en gramos de cada animal al nacimiento depende del número de crías de la camada. A mayor número de crías, menor será el peso individual de cada uno de ellos, debido a que el espacio del que dispone la madre en el útero es más reducido. Por ello, los fetos, además de compartir el alimento suministrado a través del cordón umbilical, deberán dividirse el espacio disponible en la cavidad que los alberga.
Los cuyes nacen cubiertos de pelo y con los ojos abiertos. A las tres horas son capaces de alimentarse por sí mismos. Sin embargo, es necesario que consuman leche materna ya que es nutritiva y proveerá los anticuerpos a las crías para combatir y soportar las enfermedades. El tiempo de lactancia dura 21 días. Luego de este período se desteta a las crías y se pasan a otras pozas para su crecimiento y engorde. Durante la lactación, la madre alimenta a su cría (aproximadamente hasta 10 o 14 días).
Es necesario proporcionarles un alimento de calidad para conseguir el crecimiento adecuado, en caso de que sean crías numerosas.
Lo ideal es mantener a varias madres en lactación juntas para equilibrar la carga de crías dada la aceptabilidad de las madres a crías ajenas, lo cual permite también amamantar a los huérfanos para sobrevivencia. La producción láctea y el afecto materno influyen en el logro de las crías y, por ende, en la producción futura.
MORTALIDAD. La mortalidad de las crías en la etapa de lactancia puede deberse a diversos factores, tales como el nivel nutricional, la densidad o cantidad de madres por m2 durante la parición y la ausencia de fuentes de calor en épocas frías durante la lactancia. Para ello, es recomendable utilizar cercas gazaperas dentro de la poza de empadre.
LACTANCIA. En la fase de lactación se debe proporcionar alimentación en base a forraje y concentrado. El efecto de la alimentación se puede evaluar con los porcentajes de mortalidad registrados. El cuy nace en un estado avanzado de maduración, por lo que se amamanta por un corto tiempo en comparación a otras especies y prácticamente toma alimentos desde que nace, lo cual prepara al ciego para su función digestiva de adulto.
SEXAJE. Este se lo realiza conjuntamente con el destete. Debe sexarse a los gazapos y agruparlos en lotes menores de 10 machos o 15 hembras. A simple vista no es posible diferenciar los sexos. Hay que tomar al animal y revisarse los genitales. Una presión en la zona inguinal permite la salida del pene en el macho y una hendidura en las hembras.
DESTETE. El destete es la separación de las crías de la madre. Los cuyes abandonan totalmente la alimentación láctea a favor de una alimentación sólida. La edad del destete depende de la alimentación, del clima y del nivel de crianza. Se recomienda realizar el destete a los 28 días máximo para evitar cruces entre hijas y padres, otra recomendación práctica es realizar el destete en relación con el peso del cuy, para así dar oportunidad a los más pequeños de camadas numerosas. El peso mínimo debería ser 160 gramos.