Un aseo óptimo en las superficies pertinentes garantiza la salubridad y la inocuidad de los alimentos. La minuciosidad de la limpieza que precede la desinfección es el factor más importante en la eficacia de las operaciones de desinfección.

El establecimiento de estrategias seguras y eficaces requiere un conocimiento previo de la acción y la toxicidad que puedan tener los productos elegidos. Un programa de acción definido con claridad, el respeto de las reglamentaciones, una documentación completa, una vigilancia seria y controles después de la desinfección son otro factores importantes.

Los desinfectantes modernos se componen de formulaciones complejas que comprenden sustancias químicas, como los jabones, los detergentes y compuestos que favorecen la penetración de las sustancias activas.

Desinfectantes y productos de saneamiento se usan a lo largo de toda la cadena de producción y transformación alimenticia. En la fase de producción, estos productos ayudan a prevenir la propagación de enfermedades de los animales. En la fase de transformación, reducen el contenido microbiano en los productos comestibles, controlan el deterioro de los alimentos y reducen la posibilidad de transmisión de agentes patógenos a través de los alimentos.

La desinfección es una ciencia en constante evolución. Nuevos productos han aparecido, como: las espumas, los nebulizadores y los compuestos sintéticos complejos. Las implicaciones tecnológicas, políticas y medioambientales de la ciencia de la desinfección cobran cada vez mayor importancia, lo que tiende a complicar, pero también a revolucionar las prácticas de desinfección y de saneamiento considerablemente.

En el mercado existen desinfectantes diversos. Hemos de considerar los siguientes aspectos para una correcta elección:

HBTA fenoles (base de alquitrán): están prohibidos en Europa (“toxicidad” y “poca biodegradabilidad”).

Formaldehido: ha sido clasificado como carcinogénico en humanos por la OMS.

Oxidantes: son menos eficaces con materia orgánica y pueden ser corrosivos.

Amonio cuaternario/Glutaraldehido: es la tendencia por su sinergia, eficacia, costo-efecto y seguridad.

En el caso de la limpieza y desinfección de galpones, el uso de detergente BIOGEL (detergente alcalino para eliminar materia orgánica) con aplicación por espuma, es el que nos da un mayor beneficio, al exponer por mayor tiempo (45 a 60 minutos) la superficie a la acción del producto y lograr una limpieza efectiva, ahorrando tiempo, energía y agua.

Un enjuague minucioso luego del tiempo sugerido nos permitirá eliminar todo residuo de detergente que pudiera ocasionar interacción con el desinfectante que vamos a utilizar.

VIROCID confiere al producto la acción bactericia, viricida y fungicida que nos garantiza el poder desinfectante con la eliminación de la mayor cantidad de microorganismos existentes en las superficies tratadas.

PRUEBAS DE VIROCID CONTRA > 50 MICROORGANISMOS (PROTOCOLOS EU & US)

AVES: 5 Salmonella para E.U. legislación + otras: Campylobacter, Staphylococcus, Mycoplasma, A.I. H5N1, ALT, Gumboro (IBD) , NCD, Aspergillus fumigatus (espora)

CERDOS: PCV2, PRRS, CSF.

Más: Influenza A/H1N1, Canine parvo, Bovine enterovirus.

Durante: Infectious Bronchitis (IB), Bovine herpes, Mycoplasma mycoide, TGE, CAV, SVD.

La vigilancia reglamentaria debe garantizar las siguientes condiciones:

• El producto ha sido usado rindiendo su mayor eficacia.
• Todas las medidas de seguridad han sido tomadas y cumplidas al detalle para proteger a las personas, los animales y el medioambiente.
• Se realizó una limpieza previa a la desinfección, eficaz y cuidadosa.
• Los desinfectantes fueron aplicados correctamente en cada caso.

Evaluación de la eficacia de los desinfectantes

Los desinfectantes modernos suelen ser mezclas complejas de sustancias químicas. Muchos métodos determinan la CMI, la concentración mínima en la que una sustancia puede inhibir el crecimiento de algunas bacterias específicas. En las aplicaciones prácticas, estas determinaciones pueden calcularse utilizando una de las siguientes técnicas:

• Cultivo de bacterias y hongos a partir de escobillados de superficie o de impresiones de gelosa.
• Ensayos de aislamiento de virus u observación de animales centinelas.
• Pruebas de control de la calidad de los productos alimenticios en varias fases de su transformación.