La inmunomodulación permite que los animales recién nacidos sean más resistentes a las enfermedades y así aumentar la producción.

Cuando un lechón nace, podría morir si cae enfermo, ya que su sistema inmunológico (aquel que le permite defenderse de cualquier agresor externo como bacterias, hongos, virus, etc) no se ha desarrollado por completo.

Sin embargo, la naturaleza ha suplido esta deficiencia del lechón por medio del calostro que le aporta la madre a través de la lactancia para potenciar las defensas del recién nacido.

Durante las primeras horas después del parto, el calostro (la primera leche que elabora la madre y se compone de inmunoglobulina, agua, proteínas, grasas y carbohidratos) va a ser el vehículo para transportar defensas específicas contra patógenos externos desde la madre hacia el recién nacido. Este proceso enlaza todos los componentes o actores principales del sistema de defensa del organismo.

Estos factores técnicamente se llaman “mediadores químicos de la respuesta inmune”, y después de un tiempo trabajan por sí solos, cuando ya se ha desarrollado la “inmunidad activa” en el lechón, pero hasta que esta inmunidad esté funcionando, el lechón está protegido con la “inmunidad pasiva”, que recibe por medio del calostro.

No hay calostro malo y toda madre está en posibilidad de producir un calostro de buena calidad, que es específico para cada hijo.

En la medida que van pasando los partos, el calostro mejora su calidad ya que a través del tiempo la madre adquiere una “sapiencia inmunológica”. En la medida que la madre haya transcurrido su vida en distintos lugares, adquiere más defensas y mejora la capacidad de transmitirla a su descendencia. Por eso, crear un sustituto químico de esta sustancia es un proceso que todavía no se ha logrado. Sin embargo, en la actualidad el productor puede mejorar el sistema de absorción del calostro. Si 24 horas antes del parto administra a la madre 5 cm de Inmodulen y al lechón le da 0.5 cm de Inmunair, por vía oral.

Este procedimiento que ya se está masificando en Colombia, ayuda a que el lechón no muera poco tiempo después de nacer, ya que se refuerzan sus pulmones y el sistema digestivo.

El proceso de funcionamiento de estos medicamentos se ya que el sistema digestivo del animal recién nacido tiene unos poros que permiten que las moléculas del calostro (inmunoglobulinas y anticuerpos) pasen a través de ellos y sean absorbidos. Con el transcurso de los días el tamaño de los poros disminuye junto a la absorción del calostro. Pasan menos anticuerpos hacia la sangre para ser distribuidos a todo el cuerpo.

El proceso de inmunomodulación se descubrió en 1940, pero no se lo tomó en cuenta porque coincidió con el desarrollo de antibióticos como la penicilina. En la actualidad, la inmunomodulación es muy estudiada desde el punto de vista de la producción en la granja, ya que permite disminuir las causas de enfermedad y muerte durante el primer mes de vida, aumenta el número de lechones vivos y mejora los ingresos económicos.