El control de las enfermedades en las primeras etapas de vida del lechón puede disminuir el riesgo de mortalidad y asegurar una mejor producción. El Mycoplasma hyopneumoniae es una afección que provoca grandes pérdidas económicas y que se puede prevenir.
Los Mycoplasma hyopneumoniae son bacterias que no tienen pared celular. Existen más de 100 especies reconocidas del género Mycoplasma, pueden actuar como parásitos o comensales y son potencialmente capaces de generar enfermedad primaria o secundaria en diferentes especies animales.
Mycoplasma hyopneumoniae es uno de los más importantes patógenos que generan enfermedades en la producción porcina. Es el agente etiológico de la neumonía enzoótica en los cerdos y genera grandes pérdidas económicas. Su infección puede combinarse con la acción de otros patógenos produciendo un síndrome llamado Complejo Respiratorio Porcino.
La transmisión de esta bacteria se produce a través del contacto directo de la bacteria con el tracto respiratorio o las secreciones de cerdos infectados. Sin embargo, han existido brotes en piaras libres del patógeno que han estado ubicadas a una distancia menor a 3,2 km de otras piaras contaminadas, por tanto, existe la posibilidad de una infección por vía aérea. Es difícil encontrar una piara negativa a Mycoplasma hyopneumoniae, una vez que ingresa la bacteria a una piara libre, la posibilidad de que los cerdos se contagien entre sí es muy alta, de hecho casi absoluta.
Los signos clínicos de la enfermedad son de tipo respiratorio, la tos seca es el signo más común. No genera mortalidad por sí sola pero su morbilidad es realmente alta, su mayor impacto está en la afección de tipo crónico, que no permite a la piara manifestar su potencial productivo absoluto lo que genera gigantescas pérdidas económicas.
Existen medidas de prevención de la enfermedad, pero es importante empezar conociendo el estatus de la piara frente a este patógeno: en qué parte de su producción está el problema, donde se están desafiando los cerdos, cómo se encuentra la inmunidad de la masa poblacional, cuándo se manifiesta la enfermedad, etc. Generalmente, debido a la epidemiología de la enfermedad, estos momentos no ocurrirán al mismo tiempo.
En relación al tratamiento, existen múltiples alternativas pero siempre será mejor considerar la prevención de esta enfermedad al igual que cualquier otra, las medidas de prevención y tratamiento deben ser recomendadas por el médico veterinario de cada centro.
La nutrición también es importante. En teoría, los animales con mejor peso y estado corporal deberían tener una resistencia más robusta contra este o cualquier patógeno, pero no necesariamente es así, un cerdo sin inmunidad específica para el patógeno es un cerdo susceptible.
VETERINARIA ACTUAL
La alimentación después del destete debe ser planificada ya que un cerdo promedio come 215 kilos en 150 días. Debido a este gran consumo, los productores pequeños han ideado varias estrategias poco tecnificadas como las “mezcladoras”, que es la combinación de balanceado con rechazos de comida. Esto no es ideal, porque la conversión del alimento en carne se da de manera óptima solo con balanceados desarrollados tecnológicamente.