Los índices productivos y reproductivos del ganado lechero son factibles de calcularse cuando estos eventos han sido registrados adecuadamente.
Los índices productivos y reproductivos del ganado lechero son factibles de calcularse cuando estos eventos han sido registrados adecuadamente.Los índices productivos y reproductivos permiten identificar las áreas que pueden ser mejoradas, establecer metas reproductivas realistas, monitorear los progresos e identificar problemas oportunamente. Estos índices son fundamentales para cualquier decisión y para la viabilidad económica.
A las vacas se las debe ‘mirar’ a través del análisis de sus índices productivos y reproductivos. Se obtienen mediante los registros bien llevados en el establo. En la actualidad, el manejo de la información pecuaria apunta a convertirse en un sistema computarizado, que capta la realidad específica como una unidad sensorial, proporcionando información necesaria de los sistemas de producción.
Buena parte de las ganaderías especializadas en producción de leche del país mantienen registros inadecuados e incompletos, en formatos que impiden su análisis. La evaluación de estos registros permitiría obtener valiosa información sobre los niveles de producción y las mejoras obtenidas por la introducción de medidas correctivas, entre otros.
EDAD AL PRIMER SERVICIO (EPS)
Actualmente, la crianza de ganado vacuno lechero tiende a alcanzar la madurez corporal precozmente. La meta propuesta es que las vaquillas Holstein pesen de 350 a 360 kilogramos y midan 1.25 metros a los 13 meses, que es la edad a la que debe empezar su manejo reproductivo.
EDAD AL PRIMER PARTO (EPP)
La meta de todo programa reproductivo es lograr que todas las hembras tengan su primer parto a los 24 meses de edad.
INTERVALO PARTO – CONCEPCIÓN (IPC)
Corresponde al tiempo promedio que va desde el parto más reciente hasta la fecha de servicio en que se consigue la preñez confirmada. Hay un error común asociado a este parámetro, en donde su cálculo se basa sólo en vacas gestantes que permanecen en el hato y no se considera las vacas de descarte por fallas reproductivas ni las vacas sin servicio.
INTERVALO ENTRE PARTOS (IEP)
Establece el promedio de los tiempos transcurridos entre los dos últimos partos. También se define como el período entre dos partos consecutivos. Es un indicador importante y que debe ubicarse entre los 12 y 13 meses. En este período se produce una disminución de la ingesta y un aumento de la demanda de nutrientes.
La vaca entra en un balance energético negativo. También hay una disminución de la inmunidad y mayor predisposición a enfermedades con las consiguientes pérdidas que se producen. Para prevenir y disminuir los inconvenientes que se presentan durante el periparto hay que manejar tres puntos importantes: condición corporal de la vaca, dieta de transición en el periparto y problemas metabólicos.
Es común constatar IEP que sobrepasan los 13 meses, incluso que llegan a 15 ó 16 meses. Siendo muchas las causas que pueden originar esta situación, deberían analizarse otros indicadores más específicos. Uno de éstos es el intervalo parto – primer celo que puede aclarar la magnitud del anestro posparto.
NÚMERO DE SERVICIOS POR CONCEPCIÓN (IEP)
Establece el número promedio de servicios (inseminaciones o cubriciones) requeridos para lograr la preñez. La determinación del número de servicios por concepción facilitaría el seguimiento de los animales y alertaría sobre la existencia de problemas. Un mayor NSPC ocasiona un mayor costo del semen, mayor mano de obra para la detección de celo e inseminación artificial, IEP más largos y mayores costos de alimentación.
TASA DE CONCEPCIÓN Y TASA DE CONCEPCIÓN GLOBAL
La tasa de concepción en vaquillas es superior a las de vacas lactantes, pues son animales con menos estrés. El reflejo de una tasa de concepción baja se manifiesta en el impacto económico, de diversas maneras, como: menor producción de leche en su vida productiva, menor número de crías para venta, entre otros.